En perpendicular

En miope vaivén,
se paseaba
una extranjera
exiliada .
Con una llama
en la voz
como el aire
de una lanza.
De rostro esférico
y cabellera rojiza,
con el sol
siempre acompasada.
Regalando versos
al que la miraba,
dominando el pulso
entre sonido y palabra.
Frente a un escaparate
de colores y gafas.
se detuvo un día,
vestida con harapos
de locura inspirada.
En perpendicular
y atraída por el talante
del caballero entusiasta
le hilvanó al oído
un afecto con alas.
"No gradúes el humo,
le dijo,
que el cristal no traspasa.
Contemplar es un Arte,
la consistencia, delgada.
Barájate en el espejo
Y en Tu palabra, calla"