30 de junio de 2009

Água da Palavra




Camino de la oficina y siguiendo con el tema de la excelencia, venía pensando en mujeres que me han dado ganas de vivir y de crear. Primero las que que me amaron, como mi abuela Ana, como Victoria, Marta, Laura, Rossella, y varias Marías. Y despues, o a la vez, las que dejaron sentimientos literados que dulcemente me hirieron, como Clarice Linspector, que tanto tiene que ver con mi amor por Brasil. Clarice decía que la inteligencia de una mujer tenía mucho que ver con el estado de su cabello al despertar. Una mujer inteligente no se puede despertar bien peinada. ¿Donde quedaria la intensidad de sus sueños?...Clarice tuvo una infancia dura, una relación dificil con lo que más le unía a la tierra, su madre. Gracias a ello y, sólo quizas, por esto desarrolló la excelencia en la maternidad. Tenía claro que había escogido la mejor profesión, no porque se considerara bien dotada para las letras sino porque era la mejor manera de escupir la vida que "tortutaba" sus entrañas y porque además era la manera de estar cerca de sus hijos, cada día. Clarice fue una buena madre y una excelente mujer porque no abandonó nunca su casa ni su propia humanistica, de la que hizo partícipe a sus hijos. Viajaban con ella, escuchaban sus relatos, y correteaban a su alredededor, mirándola e inspirándola en todo momento.


Clarice tambien habló de otro tema femenino muy importante, de la "la hora peligrosa" en la que la mujer lo ve todo negro. En los cuatro años en los que me hice la muerta descubri uno de los grandes tesoros de mi propia existencia. Descubri la "penumbra de la siesta" y descubri que llega solita, cada día y a la misma hora. Mientras no era consciente me dedicaba a destruir el mundo que me rodeaba, incluyendome a mi misma. Una vez desenmascarada evito mirar el espejo en esos momentos. Me armo de paciencia y dejo que transcurran esos minutos en blanco.


Y para no hablar sólo de mujeres y si de literatura brasileña, otra de las razones de mi viaje fue, sin duda, Guimarães Rosa y su relato "A Terceira Margem do Rio". Caetano compuso un tema recordando y retratando esta maravillosa obra de arte: