¡Convirtámonos en Noria,
en inocencia, en pasto,
y acequia para quienes no
hallen riego ni alberca!
Un Buen encuentro es el vértice que funde al Escritor con el Lector bajo una luz. Luz viva porque emana de la fuerza que engendra la Palabra: Cuando la Noche es clara toda la Tierra aprovecha su Luz.