30 de noviembre de 2008

Sinfonía Celeste y Nupcial


Nuestra vida baja al mundo inspirada por la Suma Bondad sin intermediario alguno y en tal grado se enamora de ella que la desea en perpetuo Anhelo.
A partir de ahí puede acontecer la Resurrección:

La crucifixión y muerte (sólo "la media") es anterior e indispensable
para atisbar el camino de la Cruz.
Senda que se abrirá iluminada por esa Luz.
Luz que abre el perfume de la Flor que se cuajará en Fruto con un encuentro.

Una sóla mirada basta. Su luz imanta a los corazones implicados transformando este sueño o anhelo en Unión Real.
Una única mirada, un segundo sin mácula que actua a modo de lanza ya es suficiente para reconocerse.
Ambos se miran en el Espejo y el Alfarero admira su propia Belleza, su obra de carne y hueso.

Dos (mas Uno halos fundidos en la Única Luz donde comienza el verdadero camino de la Fe.
Es de Fe porque la Fuerza de este Amor disipa toda duda.
Así, de la esfera de la esperanza ascendemos a la del convencimiento.

Es la Victoria de La luz interior encarnada en Unión verdadera.
El Perfume convertido en fruto.
El amor entonces deja de ser un cuento. Y vuelve a ser lo que era, una Experiencia Real
que abrirá la Puerta del verdadero Templo.
El Porvenir y la Paz.


"Que los caminos se abran a vuestro paso.

Que el viento sople a vuestra espalda.

Que el sol brille templando sobre vuestros rostros.

Que la lluvia caiga suave sobre lo que habéis sembrado con ilusión y esfuerzo.

Y que siempre, siempre, Dios os tenga en la palma de su mano"