22 de enero de 2008

Por ser tan poca cosa



Con súplicas y frente al espejo
de lo inaudito del todo en uno:
del vértice de donde brota el agua.

Ya no hay consuelo ni distracción
pero un buen encuentro
seguira valiendo mas que siete vidas

Cuando reverdece


Arrayán, tan bien plantao!
que arrasas mis pupilas de verde.
y enciendes una voz arrinconada
por la cotidiana tregua.
El llanto se ha vuelto cándido
y estas manos no se agitan.
Callada la tripa por el delirio,
hoy los pies cuelgan del cielo