18 de agosto de 2009
La Luz de Sevilla en agosto
Christine me conmueve. Nos conocimos cantando. Despues convivimos casi un año. Gracias a no poder pagar el alquiler sola. Hemos bailado y cantado casi a diario pero tambien ha aguantado mi llanto como nadie. Nunca me rechazó y tambien gracias a ella La Cultivada es hoy una realidad.
Christine se pasea cada día por las calles del centro de Sevilla con una regadera en la mano y un manojo de llaves en la otra. Todos se han ido de vacaciones y ella riega cientos de plantas, cientos. Lo hace gratuitamente, con 40 grados cuando no 44 y con una sonrisa deliciosa. Nuestro amigo Sergio de la Carbonería dice que gracias a ella ha dejado de ser ezquizofrénico. Que ahora sólo está "como una regadera", pero como la regadera de Christine. Su nueva medicación es observar la maravilla que ha hecho el Amor y la Buena Inspiración en esta mujer y como, metaforfoseada, se entrega a la vida sin pedir nada a cambio. Cualquiera diría que es "idiota", pero la idiota inspiradora y admirada por los grandes poetas.
Esta mañana me ha recogido muy temprano cargada de gerberas que parecen soles (margaritas africanas rojas y amarillas) para celebrar el día de Santa Elena.
Junto al mar se estará muy bien, no lo niego pero para los que nos gusta trabajar serenamente esto es el paraiso...la ciudad vacía en verano...
Christine, Amiga mía, te echare de menos, y sólo Dios sabe cuanto y cómo, pero estarás presente en mi corazón y serás un Anhelo sustancioso porque la huella de tu valentia transformada en serena Luz quedará conmigo siempre.
Llevate "you go to my head" y no dejes de cantar ni de bailar. Eres Pura Música: http://www.youtube.com/watch?v=LGNc1yLGPug
La Alegría nace del Cultivo
Sabor, saber y sabiduría tienen la misma raíz. Así que un alimento sabroso será un alimento cultivado con sabiduría (=sal) y cuyo resultado será la dulzura que nace de la colaboración del hombre con la naturaleza que le rodea y le inspira.
El fruto del arbol silvestre es amargo porque la dulzura sólo nace del Cultivo.
La excelencia del Cultivo desemboca en la excelencia del Sabor del alimento.
Este sabor representa el triunfo de la unión entre el esfuerzo (sólo con amor) del hombre y la sabiduría de la naturaleza.
Como muestra valdría un olivo (arbol frutal) frente a un acebuche (arbol silvestre),
e hilando aún más fino valdría un olivo bien cuidado (regado con agua de lluvia y bien alimentado y podado) frente a un olivo cuidado de cualquier modo y desordenadamente (o sea sin amor). Este último no dará un aceite tan amargo como el de la acebuchina pero seguirá dando un aceite de sabor amargo.
El Olivo lo da la Naturaleza y el Buen Aceite el Artista o Maestro.
Sólo del Buen Cultivo nace el Aceite Excelente.
Y sólo de la excelencia nace la Alegría
De la alegría del sabor dulce del Aceite
nacen la fuerza y las ganas (=Libertad) de cultivar
para volver a tener aceite rico el próximo año.
Hemos cerrado el círculo por donde empezamos,
por el Cultivo con amor, que es el único efectivo.
Hemos empezado y acabado por el trabajo y cuidados del hombre
ejercidos con amor y siempre desde la libertad.
La tarea que se emprende de cualquier modo desemboca siempre en un sabor amargo, en un saber nulo porque no se ha tocado en lo cierto (en la propia verdad).
El Amor es pura libertad,
y la libertad tiene un sabor dulce.
El amor, el cultivo y el arte no son "ciencias" especulativas ni se pueden aprender en libros. Al igual que la filosofía, son "ciencias" vivas que nacen de la observación atenta de la Sabia naturaleza (de la natural perfección del cosmos) con la finalidad de ponerla en práctica en nuestra propia existencia y con los instrumentos que naturalmente nos ha dado la vida y que ya estan en nuetro camino diario. Si queremos crear tendremos que imitar sin descanso al "Creador por Excelencia" y su Obra Maestra.
Lo nuestro serán simples y repetidos ejercicios humanos que naturalmente irán alcanzando el virtuosismo por la pura imitación de lo grande y perfecto siempre que descansen en la una mirada desnuda, sin mayor interes que entrar en nuestro ser y de él extraer el máximo sabor o saber: El arte por el Arte. Desentendiendonos del resultado, o sea, independientemente de que lo alcancemos o no, debemos tender a ello. Como la flor tiende libremente hacia el Sol para vivir, nosotros debemos entregarnos al Arte y al cultivo (trabajo con amor) si queremos saborear la dulzura y dejar un rastro dulce para los que vengan mañana.
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