27 de enero de 2008
Volando viene
El ave providente,
a quien acompaña la noche
y sirve el día,
oculta en sus cien ojos
el fuego esmeraldado
del aceite,
llave de la sabiduría.
Así,
si una rama de aceitunitas
en su pico agarrar pudiera,
el tesoro del alimento
de unas bodas en paz,
a los amantes llevaría...
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