El hombre de hoy renuncia al amor en provecho del ejercicio de simples funciones orgánicas. No quiere sufrir, por tanto no quiere amar. Todo lo reduce a echar cuentas. Pero el Amor que es la Cualidad por excelencia (“Dios es Amor” ) destruye todo cálculo por bien que este echada la cuenta, El amor no se juzga ni se planea porque se desvirtua su esencia, su verdadera fuerza y virtud. Estar falto de amor no es la ausencia de episodios de enamoramiento. Estar falto de amor es reducir el significado de éste a simples pasiones individuales, o a una "ilusion" que sólo consigue enterrar la Realidad viva y cuya consecuencia inevitablemente será una desilusión. Dios creó el Mundo de la nada y por Amor. Todo el que lleva en si una chispa de ese amor descubre algun día que en el vacio de las cosas existe una potente aspiración de llegar a ser y de conectar con esa fuerza creadora. Así nos adentramos primero en un abismo en donde no sólo se hunde lo amado sino la propia vida del que busca y ama. Con el infierno de paso llegaremos al Paraiso despues. No hay renacimiento sin destrucción como no existe ilusión en el Amor. Sólo realidad y a la postre inspiración y presencia que nos acompaña a toda hora. En cualquier caso el conocimiento no experimentado es nulo porque no tiene efecto.
Vaciarnos es llenarnos de Amor.
Buscar es conocer
para encontrar al otro adentro,
Amar es dejarse atravesar
por una soledad que nos mejora.
para encontrar al otro adentro,
Amar es dejarse atravesar
por una soledad que nos mejora.
