Ay Amigo,
un ave aceitera
habita en mi,
viene cada noche
a derramar oro en mis caderas.
El oficio de sus ojos
es la vigilia
y cuando me saca del sueño
ya no me deja seguir durmiendo.
19 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario