17 de diciembre de 2008

Renaciendo en Sevilla con Brasil


No hay luz sobre Sevilla,
aunque la alumbren sol y luna;
lo que tiene es luz interna,
luz de dentro, luz que pulsa.
Luz de casas encaladas,
de abajo para arriba,
de dentro para afuera
como fuente de agua cristalina;
luz de dientes vivos
que padecen la sed del alma,
y luz que parece encender
en el aire un andar de palma;
la luz de cuanto hace su estar,
su vivir la existencia,
luz de interna y clara alegría,
de diamante extremo, de estrella.

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