Delante de un Libro de arena
nos quedabamos a oscuras
mientras leias un verso que tomaba vida
nosotros, amantes y valientes,
sin manos ya ni horas mirabamos a las luciernagas
que sobrevolaban las palmeras.
Solo la purpurina de sus alas
alumbraban ya palabras que no importaban
nos quedabamos a oscuras
mientras leias un verso que tomaba vida
nosotros, amantes y valientes,
sin manos ya ni horas mirabamos a las luciernagas
que sobrevolaban las palmeras.
Solo la purpurina de sus alas
alumbraban ya palabras que no importaban
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