Es cierto, tengo memoria de pez. Pero la memoria encargada de rescatar amor jamás se queda corta. Como la memoria que trae las palabras que han de ser escritas. Es inagotable.
Y cómo podría olvidar la mirada desafiante de aquella mujer delgada y musculosa. Nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de un dramaturgo en Río de Janeiro. Enseguida me invitó a sus clases de baile. Yo había abandonado todo para encontrar el camino de vuelta a mi casa y éste pasaba por la inmersión en mi propio cuerpo. "Nao sao aulas de dança comum nem todos gostam delas mas voce vai amar. Eu ja vi como voce observaba ao seu redor e como voce esta se movimentando. Ten alma de bailarina".
Los martes y jueves, a las 9 de la mañana, me montaba en una Van y por 2 reales me recorría el paseo marítimo, mirando el mar desde Leblón hasta Ipanema, rodeada de efluvios de mulatos y negros transpirados por la humedad y el calor. Cómo olvidar aquel olor a piel oscura, aquellas caras sonrientes y la intensidad de la emoción que me dominaba ya desde tan temprano. La sensación de libertad y de movimiento imprimían los musculos y tendones que se preparaban para estirarse y bailar. Me bajaba en una esquina donde tomaba suco de frutas e cafezinho. Mi piel se "arrepiaba" con cualquier roce.
"Air a Dànser" me hacía volar por toda la habitación. La mirada languida de Carlinhos Lira, la fuerza de Suzana Saldanha, actriz de vocación almodovariana, la voz decidida de aquella profesora de teatro, la delgadez de una anciana luchando contra el cancer...
"Telephone and Rubber Band" era otro gran tema de esta banda libre y performática, Penguin Café Orquestra, creada por un compositor y una chelista, Simon Jeffes y Hellen Liebmann. Tanto el nombre de la banda como el contenido nació por un sueño de Simón, que despues de pasar varios dias en la cama intoxicado por un pescado, tuvo un flash back frente al sol. En él veía un hotel donde la gente estaba alienada y buscaba la felicidad de manera egoísta. Allí escuchó una frase absurda que decía "Soy el propietario del café Pingüino. Te diré cosas al azar". A partir de ahí descubrió las armonías y pecualiaridades de su inetiquetable música. Simon y Helen son permanentes y el resto de musicos se incorporan segun la pieza musical.
"Southern Jukebox Music" me hacía llorar cada vez. Rossella hundía sus manos en mis huesos sacándome un dolor inmenso. Cada lagrima limpiaba una pena y me permitía ver otra realidad. Como por ejemplo que ella me amaba sin más y porque si. De una manera desinteresada y verdadera, como un padre o una madre.
***
Un año, hora tras hora
buscando mi casa,
buscando mi casa,
perdida en la selva
de mi propia extranjería,
me maquillaba el rostro
frente a esquizofrénicos reflejos,
aún en la noria de la infancia, y
soñando el mejor de los destinos.
…
sobre unos pies oxidados
no me cansaba de buscarte
como el Caballero,
en campos manchados de mundo,
como el marinero
saltando de barco en barco.
...
pero
dime
Tú
:
¿hay un lugar donde rendirse?
¿una patria con la que identificarse?
¿una sonrisa para copiar?
¿un poema para reescribirse?
.
.
Vida
aY!
tuviste que ser de un azul tan agudo
como la mañana en que me agarraste
tuviste que ser de un azul tan agudo
como la mañana en que me agarraste
tuvo que sonar tan alta la Música
como intensa eres siempre al latir.
Tan cerquita tus respuestas,
que abrasaron todos mis anhelos
porque
nunca habías dejado de existir,
nunca habías dejado de existir,
no te habías convertido en otro,
ni me convertirías en otra,
porque
existía una tímida Luz
enterrada en una selva,
en un lugar llamado cuerpo
donde alimentarse y crecer
porque estabas,
conmigo
y con el resto de las sombras
y con el resto de las sombras
...
..
.
***
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