¡Que asombroso es el prodigio
de una gacela velada,
que señala un azufaifo
y hace señas con sus ojos,
y cuyos pastos se encuentran
entre costillas y entrañas!
¡Que maravilla un jardín
en medio de tanto fuego!
Capaz de acoger cualquiera
de entre las diversas formas.
mi corazón se ha tornado.
Es prado para gacelas
y convento para el monje,
para los ídolos templo,
Kaaba para el peregrino;
es las tablas de la Torah
y es el libro del Corán
La Religión del Amor
sigo adonde se encamine
su caravana, que amor
es mi doctrina y mi fe.
Ibn Arabi
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