El escritor peruano Fernando Iwasaki y su hija Maria Fernanda nos invitaron ayer a eternizar el momento "vivo" en su recien cocinada obra teatral "Carpe Noctem". Y recordando la parte más divertente, asistimos a una brillante representación a duo del texto epistolar, cuyo autor no recuerdo, sobre la correspondencia de un argentino y una sajona en los tiempos de pluma y papel. Entre risas nos dejaron claro que siempre puede más el grano que la paja.
Que textos tan bien escogidos para hablar de la noche y que deliciosa familia de artistas que nos resfrescaron la noche sevillana en el sentido más cultivado...(próximo 25 actuarán de nuevo en la Universidad a las 22hs)
Y hablando de nocturnidades me he acordado de "la biblia" de los antiguos egipcios (en quien se basaron los griegos y toda la sabiduria occidental) o mal llamado Libro de lo Muertos (donde aparecen Isis y Osiris). Era un texto funerario compuesto por un conjunto de fórmulas mágicas que ayudaban al difunto a superar el juicio de Osiris. Su nombre real era El Libro de la Salida al Día. Si la sentencia era positiva podía vivir eternamente. Si era negativo sería arrojado a la devoradora de los muertos y sufriría la segunda muerte.
Esta pasada "Noche de los libros" fue como entrar en un espacio vital en el que "lo peor ha pasado". Porque el tiempo de repente deja de ser un angustiante reloj contratado por la prisa y por el miedo para convertirse en un lugar puro y abierto al cultivo. Un lugar para construir, muy poco a poco, un porvenir próspero que nos entregue al Renacimiento y al amor cada vez.
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